Invertir no es tarea fácil, además de una amplia multitud de operaciones que se deben realizar, está el riesgo de fracasar. El mercado bursátil, la aplicación de distintas estrategias y los distintos comportamientos están sujetos a amenazas que influyen en el bienestar de los que conforman una empresa. En este post, conoce en primer lugar qué es un riesgo financiero, cómo se clasifica e identifica para tratar de evitarlos en una gestión financiera.

¿Qué es un riesgo financiero?

Qué es un riesgo financiero

El riesgo financiero se puede definir como la probabilidad que existe de que ocurra un evento con consecuencias negativas  a nivel económico para una organización. Para los inversores, hace referencia a la falta de seguridad que puede derivarse del rendimiento futuro de una transacción. Estos pueden ser causados por los cambios producidos en el sector invertido, la inestabilidad del mercado o la incapacidad de recuperar el capital.

En finanzas, este es un tema amplio constantemente debatido y se entiende como la posibilidad de que los beneficios sean menores de lo esperado o que no haya reintegro.  Por ello, realizar un análisis previo puede ayudar a identificarlos, evitarlos e incluso mitigar la consecuencia en cualquiera de los casos ocurran.

Clasificación de los riegos financieros

En el campo financiero, los riesgos pueden venir desde distintas fases de una gestión o como una amenaza exterior. Por ello, para poder realizar una correcta identificación se debe conocer los tipos de riesgos que frecuentemente amenazan una institución. Dentro de los principales se pueden resumir:

  • Riesgos de mercado: Se encuentran asociados a las variaciones que sufre el mercado como consecuencia de la inestabilidad de las divisas, la volatilidad de los intereses o de los instrumentos financieros más usados, acciones, deudas, entre otros.
  • De crédito: Los riesgos de créditos son aquellos a los que se está expuesto debido al incumplimiento de obligaciones de una de las partes del contrato. Por ejemplo, en la venta de un auto en cuotas, que el comprador no cumpla con los pagos.
  • Liquidez: Es un riesgo que se produce cuando una de las partes no cuenta con el rendimiento adecuado para asumir las obligaciones. Aunque haya activos (que no se puedan vender) y la disposición para trabajar, las pérdidas no permiten mantener en pie la organización.
  • Riesgo de operaciones: Este es el riesgo al que se expone una empresa cuando falla algunas de las entidades que lo conforman. En este caso, se toma en cuenta el personal, la tecnología, maquinaria, procesos, sistemas internos, entre otros.

Según la clasificación, se puede establecer que el riesgo financiero es todo aquello que puede pasar y que genere consecuencias negativas. Se ha desarrollado todo un departamento que se encarga de realizar un análisis para identificarlos, minimizar su efecto o evitarlo.

Cómo identificar los riesgos en una empresa

Cómo identificar un riesgo financiero

Una correcta identificación de los riesgos requiere de un conocimiento detallado de la empresa. Se debe tener claro el mercado en el que realiza las operaciones, el ámbito legal, político, social y cultura que lo rodea, así como los objetivos a corto o largo plazo planteados. Después de tener clara esta información se toma en cuenta los siguientes aspectos:

Determinar la fuente

La fuente de los riesgos financieros pueden ser amenazas externas o internas. Puede haber debilidades que proceden de una fuerte competencia, del personal, los clientes, aplicación de nuevas tecnologías, proveedores, globalización, entorno, leyes y regulaciones.  

Emplear los canales para evaluar la magnitud de la amenaza

Una vez que se determinan las fuentes del riesgo, es necesario acudir a los instrumentos necesarios que ayuden a valorar la dimensión del mismo. Los más usados por los analistas son:

  • Cuestionarios: Consiste en preguntar a todos los que conforman el proceso las preocupaciones sobre la amenaza que existe o puede existir.
  • Lluvia de ideas con un grupo de empleados que exponen las opiniones sobre lo que se está presentando.
  • Entrevistar a los implicados o los responsables directos de atacar el riesgo para conocer su inquietud.
  • Comparar los riesgos actuales con los presentados en otras ocasiones o con los acontecidos en empresas similares.

Evaluar los resultados de todas las técnicas aplicadas suministrará la información necesaria para priorizar los retos que se deben enfrentar. Así, se puede asignar los distintos tipos de recursos que se emplearán para atacar cada amenaza.

Percibir el riesgo según el efecto

Una vez que se identifica el riesgo como amenaza, se determina la manera de minimizar el efecto que este tenga en la empresa. Se diseñan estrategias que reduzcan el impacto, que permitan transferirlo o retenerlo.

Por otra parte, se puede percibir como una oportunidad de maximizar los resultados limitando los perjuicios. Si se concibe como incertidumbre, se establecen mecanismo que reduzcan las desviaciones de lo que emprendedor desea obtener y lo que realmente logra.

Cómo minimizar o evitar un riesgo financiero

Al identificar un riesgo financiero, todo empresario busca reducir al máximo el impacto que este pueda tener en la empresa. Aunque es imposible eliminarlo por completo, se puede tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Analiza la rentabilidad: Antes de la inversión evalúa con detenimiento toda la información que posees. Esto permitirá crear estrategias, fondos de contingencia y todo lo necesario para actuar en caso de que se presente una amenaza.
  • Prevé el futuro: Aunque es imposible, estudiar situaciones afrontadas por empresas similares puede ayudar a anticiparte y obtener datos confiables.
  • Diversifica: Invierte pequeñas partes en distintos sectores económicos y reduce el riesgo de inversiones importantes. De esta manera, puedes tener mejor resultado.
  • Busca un equipo profesional: La administración de los recursos de forma eficaz es el resultado de personas que se actualizan constantemente para estar con las nuevas tendencias financieras y dar lo mejor de sí.
  • Valora los resultados de cada operación: Aunque sea mínima, cada operación cuenta y debe ser analizada para saber lo que está ocurriendo. Es una excelente manera de conocer el futuro.

En conclusión, el riesgo financiero existe y puede afectar gravemente las operaciones de una organización. Clasificarlos, identificarlos a tiempo, tener una estrategia para minimizarlo es la clave para evitar un impacto que amenace con descomponer el esfuerzo de una inversión.